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nosoydeaquinisoydealla

SECOND LIFE

SECOND LIFE

Otra sorpresa del mundo virtual. Ahora Second Life. El mundo virtual, donde puedes tener tu “otro yo”... tu “alter ego”. Vamos, donde puedes crearte un personaje a tu medida.

Pagando la módica suma de 7,75 euros mensualmente tienes la posibilidad de ponerte la cara y el cuerpo que siempre quisiste, tener la casa de tus sueños, tener el negocio que te de la gana, y sobre todo, puedes ser listo y ganar dinero vendiendo “elementos virtuales”. Pues si... para poder vestir de ciertas marcas o tener ciertas propiedades tienes que pagar 1 dólar, pero no un dólar virtual, sino uno real. Si es que tontos hay en todos lados, hasta en el mundo virtual.

Aún no me he creado el personaje, ni siquiera tengo decidido si lo haré o no. Pero ideas si que tengo. No mediría menos de 1,75, tendría las piernas más largas del mundo, y el pelo negro y enrulado. Me movería en mi Porsche Cayenne de 450 caballos, color azul, y me pido como profesión ser la Presidente del Barsa. Porque tampoco me interesa elegir una profesión donde tenga que hacer esfuerzos físicos. La gimnasia... ni en el mundo virtual! No voy a desentonar en ese mundo de fantasía donde el más feo se parece a Brad Pitt y el más pobre vive como Hill Gates.

Me pasaría la mitad del día tirada en hamacas, a la orilla de un mar cálido y con pececillos de colores que se puedan ver desde la superficie, bebiendo cócteles de frutas y ron, y bailando con morenos impresionantes, de esos que calientan hasta los propios polos. Ya que en la vida real soy incapaz de dar dos pasos coordinados, me crearía con las mismas habilidades de Julio Bocca, como mínimo.

Como también soy negada para la pintura y el canto, tendría la voz de Montserrat Caballé y mis cuadros dejarían a la altura de  la basura al mismísimo Dalí.

Y lo mejor del second life, según he estado informándome, es que hay sexo por doquier y a toda hora. A más de una le gustará quedarse por ahí unos años, disfrutando lo que el stress, el trabajo, la rutina y la vida cotidiana no le permiten. Lo que no he podido averiguar es si hay prevención de enfermedades o de embarazo. Tampoco es cuestión de ir por ahí de fiesta y volver con el bombo, o lo que es peor, enferma.

Yo, de momento, y mientras me preparo para vivir en el mundo virtual,  me conformo con mi Sims, que la tengo currando de modelo de pelucas, tiene un novio actor frustrado, convive con dos personajes que no mueven un dedo ni para señalar, sale a bailar de vez en cuando en una moto muy chula y tiene como objetivo de futuro ascender a víctima de la moda y casarse y ser capaz de criar un hijo y currar, todo a la vez. Vamos, que la pobre Kulifresqui (que así se llama mi engendrito play station) tiene una vida tan normal como cualquiera de nosotras. Y encima suelo tenerla abandonada durante semanas enteras, porque siempre encuentro algo mejor que hacer que manejar su vida.

En fin, que entre realidad virtual y mundo real, todavía sigue habiendo muchas diferencias, aunque ya nos gustaría que se parecieran.

2 comentarios

nosoydeaquinisoydealla -

Enhorabuena por tu "secret second life" !!!Esa vida todos la tenemos un poco, aunque debo confesar (supongo que ahora tampoco nos ve ni nos oye nadie) que yo soy bastante realista y pragmática, y que admiro mucho a la gente como vos, que la puede tener y cultivar. La verdad es que me cuesta mantener esa "doble vida". Y no creas que no trato de mejorarlo, pero son muchos años de "hiperrealismo".

kasi_siempre -

¿Quién no se da el gustazo de vivir una segunda vida, aunque sea a través de una muñequita animada, por algo menos de 8 euros al mes?
De todos modos, y ahora que nadie nos ve ni nos oye, te confesaré algo: Yo ya gozo de esa "segunda vida" desde hace tiempo y no veas qué bien... Pertenece al mundo de las ilusiones, a veces soy feliz y a veces no, pero, a pesar de ser irreal, es la más auténtica porque está sin contaminar y me pertence sólo a mí. ;-P