Blogia
nosoydeaquinisoydealla

GENERACIONES

GENERACIONES

Hay una publi de Coca Cola, (que por lo general son buenísimas), que me ha impactado hoy, que la he visto por primera vez.

La publi dice que aquellos que hemos pasado los 40 (Bah, lo dice sin decirlo de manera literal) somos unos privilegiados por haber vivido ciertas circunstancias y ciertos hechos importantes. 

Empieza con aquello de que los niños o los jóvenes nos dicen algunas cosas que nos hacen sentir viejos, para acabar con esto que les mencionaba en el párrafo anterior.

Y para que engañarnos. Claro que cuando un niño o un adolescente te llama señor o señora, la primera vez que eso sucede, te da como... cosita.

Y ni hablar cuando alguno de ellos se levanta en el autobús y te deja su asiento... eso ya es para ponerse a llorar.

También es cierto que cuando entras en conversación con gente de diversas edades, enseguida se nos nota... si las jovenzuelas no hablan de otra cosa que no sea de las copas que se tomaron anoche en no se que bar que una ni siquiera conoce de nombre; bailaron las canciones de quien sabe que grupo extraño que no hemos oído ni de pasada y cuando se hace alguna mención sobre algún potingue de esos que nosotras utilizamos a diario y que entre las de nuestra edad ni hace falta llamarlo por su nombre porque todas nos entendemos, ellas se quedan mirándonos como a bichos raros que hablamos un idioma distinto o directamente decimos incoherencias. Y en plan de ser absolutamente sinceras, esto nos molesta  y mucho.

Pero como todas las cosas de la vida... lo nuestro tiene su lado bueno, por supuesto.

Ellos  han nacido con la compu pegada a la cuna, con el bluetooth como forma de comunicarse, con el móvil como sonajero y con los robots y muñecos virtuales como compañeros de juegos.... y nosotros hemos sido lo suficientemente valientes, estudiosos y constantes para familiarizarnos con todas esas cosas que cuando éramos niños ni siquiera se sospechaba que pudieran existir.

Cuando nosotros empezamos a usar los móviles, además podíamos utilizarlos para hacer ejercicio, porque su tamaño y peso requería hacer unos malabares y unos ejercicios que eran dignos de atletas de alta competición. Ellos ahora si quieren hacer ejercicio tienen que ir al gimnasio, sin más.

Ahora juegan en red con juegas ultra sofisticados y modernos, y compiten contra quien sabe quien y de que lugar del mundo. Nosotros competíamos contra... nosotros mismos!  en ordenadores que mas bien parecían  armarios...Lo bueno de competir contra uno mismo es que conocemos al rival a la perfección.

Hemos visto a Jordan, a Maradona, a Senna y a Schumacher, a Peter Sampras  y a tantos otros que dignificaron sus deportes... y para estos niños ahora estos nombres solo son leyendas, los ven arruinados, gorditos y algunos con riesgo de muerte... y se mantienen insensibles, pues para ellos son eso: leyendas. Hemos sobrevivido a un mundo sin aire acondicionado, casi sin autopistas, sin globalización, a las dictaduras y a sus dictadores, a la falta de igualdad y participación; hemos cultivado la paciencia esperando cartas de amigos, novios o familiares que vivían a no muchos Km. de nosotros, soportado esperas semanales para ver el próximo capitulo de nuestra serie favorita porque no existía ni el Youtube ni nada de eso para ver el anticipo o el total; escuchábamos radios a pilas, tan grandes que era imposible llevarlas consigo, ni siquiera en un bolso XL.Conocimos a los Rollings cuando eran jóvenes y no suspendían conciertos porque alguno se cayó de una palmera u otro se quedó disfónico; conseguimos que triunfaran Sabina, Serrat, los U2, o Sting, o tantos otros, porque fuimos los primeros en comprar sus discos. Usábamos unos walkman o unos discman que nos dejaron a todos con problemas de cervicales;  y para leer no quedaba mas remedio que ir a una librería, comprar y luego  cargar con el libro para todos lados: ahora solo tenemos que bajarlo de Internet, ponerlo en nuestra PDA y leerlo cuando nos de la gana , sin mayores esfuerzos.Hemos gastado fortunas en comprar discos del que solo nos gustaba una canción o como mucho dos, o aún peor, creíamos que nos gustaba alguna y resulta que luego era un bodriazo insoportable. Asistimos a los primeros video clips, aquellos que hoy dan risa por la falta de tecnología o de medios, pero que para nosotros descubrieron todo un mundo.Mucha pelea hemos tenido que dar para conseguir que hoy puedan vestirse como les da la gana, entrar y salir con cierta independencia o que las mujeres puedan trabajar, estudiar y hacer la vida que hacemos hoy.Vimos como el primer hombre pisaba la luna, como se hacía el primer transplante, como empezábamos a enfermar de sida, y a morir, claro... vimos nacer la tele en colores, y podría estar nombrando cosas un día entero. Pero no es mi intención.No crean que con esto pretendo que nos den las gracias de por vida... no, nada mas lejos de mis intenciones. Porque tampoco se crean que esto lo hemos hecho con un fin altruista, para dejarles un mundo mejor y mas habitable. Noooo... lo hemos hecho por puro egoísmo, para vivir mejor nosotros mismos. Y si de paso quedan ustedes favorecidos, mejor que mejor. Porque si hubiese sido por ustedes no nos hubiésemos cargado en el camino el agua, los árboles, el clima y la biodiversidad. No les dejaríamos el planeta en tan paupérrimas condiciones como lo estamos haciendo.Pero esto si que lo hacemos, en cierta forma, por su bien. Porque les dejamos planteado un desafío: como arreglar este desastre. Para que luego tengan algo que contarle a vuestros hijos y jactarse de lo bien que lo han hecho, tal como lo hacemos nosotros ahora con ustedes.Solo pretendo con esto que nos comprendan, que dejen de mirarnos con miradita socarrona cuando confundimos el adsl con el wi-fi, o el mp3 con el jpg. O que cuando intentamos que nos escuchen para evitar que el golpe que se den sea muy grande, no nos pongan cara de : “que sabrá esta tía” o “ esta habla pero no entiende nada”. Algunas cosas bien hemos hecho, y mucho hemos aprendido.

2 comentarios

el niño de la estación -

¡Amén!
El hablar de las cosas a las que hemos asistido, me ha traído a la mente algo que siempre he pensado. Nosotros somos conscientes de los avances-¿siempre avances?-que hemos ido conociendo. Mi abuela murió hace dos años con noventa y cuatro años. Nació en 1911. Ha pasado por la invención de un simple bolígrafo y por la de los ordenadores. De casi "las señales de humo" a los móviles. De tener que buscar un fotógrafo por los parque a poderse hacer fotos con los móviles. De ir en carro y tardar casi un día en ir a la ciudad más proxima a que todo el mundo pueda desayunar en Valladolid y comer en Viena,!en el mismo día! y verlo de lo más natural. Hacer un pollo en tres minutos de microondas en vez de toda una mañana desplumando y guisando. Incluso abrir un grifo y que salga agua-de momento-. Chatear con alguien al otro lado del mundo. Se ha llegado a la Luna... ... ... Como tú dices estaríamos un día entero poniendo cosas. Pero lo más, no se si decir triste, es que nunca fué consciente de todas estas cosas que pasaban a su alrededor.

kasi_siempre -

Me encanta tu reflexión porque está en lo cierto. Es verdad todo lo que dices ahí y lo comparto, aunque, por mi experiencia personal, no puedo decir que me sienta frontalmente rechazada por el ala joven de la sociedad. A pesar de peinar canas, cuento entre mis amigos con gente muy, muy joven y nos llevamos estupendamente. Si nos molestamos un poquito en entenderlos, suele ocurrir que ellos también se "molestan" en entendernos a nosotros y agradecen la experiencia que, de alguna forma, nos añade ese atractivo que nos va faltando por otros lados. Me consta, por lo que sé, que tú tampoco tienes grandes problemas con la savia nueva de la vida.
Besito juvenil. :b